miércoles, diciembre 26, 2007

Na más...

Phi


Acróbata de palabras que en virtualidades vas naufragando: Existe una cinta infinita y permutable que nunca alcanzarás a leer, existe un cuento que se escribe todo el tiempo pero que nadie lo escucha. La entalpía genera sinusoides romboidales en tu cuerpo. La entropía dice que no hay vuelta atrás. El norte está quebrado. Objeto no orientable, símbolo de reciclable.

martes, diciembre 25, 2007

Mate melón malón


Nunca decir a dónde fue a parar Ziggy Stardust después del estallido glotal.
Mover las piezas y construir un mate melón gigantesco que haga croqueta en los niños de la plaza.
Gritar "feliz navidark" en un acantilado o tirarse del noveno piso.
Dirigir una banda de infantes rockanroleros que no sepan tocar instrumentos.
Militar en un partido inexistente.
Viajar por el mundo y darse cuenta que todos los caminos llevan a una fábrica newyorkina.
Todo eso y más hace un pibe de provincia en las navidades...

Para más información:

www.rae.es

domingo, diciembre 23, 2007

Alien-Poems


I

En este puto globo terráqueo,
todas las nubes en movimiento.
Tu cuerpo hace el amor con el viento.
Yo me retuerzo contra las piedras.
Escribo poema de sol,
sonido de agua.
La mandíbula se afloja.
Mi voz satélite
aluniza en Mar del Plata.

II

El cielo se vistió de verde tornasolado,
un fuego de luciérnagas rosas.
En la sien un bichito volando:
sus pieles de terodáctilo infantil,
sus mansos abrazos de diamante
iluminaban el cuerpo que en sal estaba bañado.
No hay tristezas,
sólo un olor a tiempo invertido,
estancado en la aurora,
deslizando edificios se derrama
sobre un mar etéreo.

III

Armando ensaladas virtuales
en una ruta veraniega.
Era el verde, el amarillo y el celeste
lo que mostraba mi cuerpo.
Entendía el marrón como dedos.
Dedales de cristal mis ojos serios.
Anuda el limbo incierto,
emprende el magisterio ideal.
Cabellera lleva el silencio
que en turqueza escribe,
que de rosa duerme.

IV

a M.G.

Ella estaba en el cine,
con papitas asfixiaba su araña.
Tentáculos de mar era,
triste intuición encendida.
Su boca salada y mis ojos frescos.
(Fénix renace en el onix de Mallarmé)
¡Fastix no era el ensueño!
Una lluvia ácida de misterio,
un pasadizo a la vuelta del comienzo.
Quizás un telescopio,
bella fritura halada y esvanescente.
¡Pobre niña superpoderosa!
Quiere exterminar a los padrinos mágicos,
destruir todo.
¡Te quiero mucho!
Por eso me gusta pelearme con vos.

V

(se fue a bailar)

VI

¿Comemos unas facturitas?

martes, diciembre 04, 2007

martes, noviembre 27, 2007

viernes, noviembre 23, 2007

El juego

Lo lúdico en la palabra es azar y determinismo al mismo tiempo.

Leer en voz alta un poema es como andar en bicicleta.

En el desorden también hay simetría.

Un buen artista es quien dice y desdice al mismo tiempo.

El orden es el tiempo y el deslizamiento sobre la hoja.

No hay nada por eso se puede escribir lo que todos los unos de uno quieran.

no se por qué pero estoy leyendo mucho a Blanchot últimamente.

martes, noviembre 13, 2007

Twenty one century boy

Bugs Bunny puede
vestirse de lo que quiere
crear mundos en dos segundos
destruirlos
Elmer no entiende
todavía lo sigue buscando con la escopeta

...

a la pantera rosa
le encanta la subversión
reversionar espacios
refaccionar
es tan francesa

...

cuando el coyote se
da cuenta
del
abismo
cae
el correcaminos se aventura en el aire

...

Goku tiene cola de mono
y un maestro que lee revistas pornográficas

...

la señorita del Kinder
me dijo que estuve fantástico
me puso tres palabras al lado del dibujo
no las entiendo
ya las voy a entender cuando sea grande

lunes, noviembre 12, 2007

Crónica de cumpleaños

no hay técnica
sólo percepción
percepción es escritura

Niño magenta antes vagaba por los centros infinitos de una biblioteca siniestra. Como monje, buscaba ese libro que le diese EL significado.
Un día, después de tanto buscar, encontró tras de sí un conjunto muy grande de ovejas, cada una tenía su color: había violetas, rojas, amarillas, verdes, azules. Pero no había ni una oveja color cian.
Niño magenta se vistió de niña. Poco a poco, fue difuminando su sexo y su sexo se convirtió en un agujero, un espacio nada, no espacio también.
Parecía ser extramundo. Vagó por la biblioteca. Se dio cuenta de que había que sacar las ovejas afuera e ir mostrándoselas a todo el mundo para que alguien le diga qué era eso que le faltaba.
Muchos le dijeron el blanco, muchos le dijeron el negro. Pero él no quería la falta o el exceso de luz. Quería un color.
Un día, abrió un hueco en la biblioteca. Encontró un mundo amplio. Vio que todos sus habitantes llevaban ovejas, algunos más, algunos menos, pero todos llevaban esas cositas ahí detrás siguiendoles.
-¿ Qué es esto?- preguntó.
-El mundo.- le dijeron.
Y tuvo que conseguir una cueva. Allí juntó a todo la gente que podía invitar, quiso que vinieran todos, los que conocía y los que no. Se mostró magenta y dejó que las ovejas flotaran por su cuevita llenándola de color, entorpeciendo un poco el movimiento, molestando un poco y todas las cosas que pueden hacer unas ovejas sueltas por ahí.
Era tal la confusión que producían que él no podía ver si estaba eso que le faltaba. Entonces se dijo a sí mismo: "tenemos dos ojos y una boca".
Se tomó un refresco y empezó a hablar y las palabras le salían sin cesar y hablaba y miraba para todos todos todos todos lados y era bueno malo feo lindo al mismo tiempo con una increíble velocidad. Estaba mareado y redondeleando. Siendo niñoniña pudo entrever ese colorcito que le faltaba. Era el cian dijo. Me falta un cian, y el cian estaba sentadito ahí. Mirando sin hablar.Callado y alegre. Algo simple en apariencia, pero siempre muy atento y no, no era una oveja, era un niño.
Se fue con el niño cian a bajar y subir ascensores, dejando que las ovejas hicieran lo que quisiesen.

domingo, noviembre 04, 2007

Eclipse

Al bar Eclipse se entra solo. Aparece en el momento en que uno desborda el territorio de su ciudad y abre, en la frontera, un hueco en el aire.
La sala de recepción es un salón muy amplio, con sillones y puffs. Todo en blanco, todo muy minimalista. Al fondo del salón un barman regala pipas narguile con alguna sustancia alucinógena aún no descubierta por el hombre.
A la derecha hay una puerta gigante de color azul con un cartelito de neón verde que reza salida. A la izquierda, un hueco de un metro de largo donde se ve un túnel completamente oscuro que desciende (uno se da cuenta de eso por unas pequeñas luces violetas en el piso).
La recepción es simple: preguntan por el nombre. Uno dice cualquier nombre y entra. En el salón blanco hay muchas personas sentadas que charlan amenamente mientras comen comidas frías y fuman de sus pipas de agua. Uno pide una pipa, un poco de comida y se sienta a esperar. Una chica vestida de negro en rollers le trae a uno lo que pidió. Uno tímidamente le da una propina pero ella dice que es regalo de la casa. Del túnel de la izquierda sale un hombre con todas las ropas desgarradas, escupe sangre. Dos patovicas lo sacan afuera del bar.
Se acerca alguien. Es un adolescente de unos 18 años y dice que uno llegó justo a tiempo. se sienta al lado y comienza a contar historias... simples, tontas. Uno le hace preguntas y él responde no séeeeeee alargando la e y abocinando la voz, después se ríe y sigue contando su historia como si nadie hubiese hecho una pregunta.
Suena un timbre. El barman desaparece por una puertita de servicio. Aparecen dos drag queens, lo abrazan a uno, lo besan y con unos gritos juntan a todas las personas que están en el salón blanco. Son aproximadamente doscientos hombres piensa uno. El cartel verde de neón se apaga.
Los drags empiezan a dar un discurso: Sin ustedes nosotros no seríamos nada y cosas así. De vez en cuanto hacen algún chiste con alguno del público, algún chiste medio pícaro. La gente se ríe y parece estar satisfecha. Uno no tanto.
Las puertas azules se abren lentamente. Se comienza a entrever un pelotero gigante y al fondo una pileta olímpica llena de caramelos, chupetines, chocolates, confites... Todo está lleno de globos, los colores brillan.
Del túnel sale otra persona gritando ¡no puedo más, es demasiado!. Tiene las cuencas de los ojos vacías, está completamente desnudo y su pene está muy colorado, como si estuviese a punto de estallar. Los dos patovicas lo sacan del bar.
Los drags dicen que llegó la hora. El adolescente lo agarra a uno de la mano, le da un beso en el cachete y dice cariñosamente ¿vamos?. Uno tiene miedo. ¿Por qué tanto, tan gratuitamente?
Uno acepta, casi sin saber por qué, y termina en el pelotero gigante teniendo sexo con el chico. Los drags están en una cabina a ocho metros de altura observando todo y pasan música trance. Las camareras en rollers se pasean alrededor de la pileta observando que todo esté bien.
Uno se tira en la pileta y comienza a nadar, de vez en cuando para a comer alguna golosina. Descubre que las golosinas están puestas por sectores: a los cinco metros los chupetines, a los diez los caramelos masticables y así. Cuando uno llega a los cuarenta se da cuenta de que es muy difícil avanzar, el material se volvió denso, pesado. Uno abre un poco la boca, deja entrar líquido y se da cuenta de que es chocolate, chocolate derretido que como arena movediza lo va hundiendo a uno en la parte más profunda de la pileta. Por suerte, una chica con rollers lo saca y le dice a uno que tenga cuidado, que estuvo a punto de irse a las profundidades.

viernes, noviembre 02, 2007

sábado, octubre 27, 2007

El sonido efervescente de la casa azul


Hace dos meses que tengo el disco de la banda española La casa azul en mi mp3. Hay días que lo escucho una y otra vez sin parar. Amo esos sonidos chillones que están entre la música infantil, el disco de los '70, el techno-pop ochentoso y el pop japonés. Como dicen en una de sus canciones, ellos están "cerca de Shibuya".
Shibuya es un barrio de Tokio donde se juntan los adolescentes para ir a bailar o comprar ropa. Es la cuna del pop asiático, de una vida plástica y desinteresada. Pero no tanto: muchas adolescentes japonesas para poder comprarse ropa en Shibuya 109, el centro comercial más popular del distrito, llegan a prostituirse.
La casa azul nos hace una invitación a ese nuevo mundo, "diferente y muy moderno", donde vamos a poder encontrar un "huracán de sensaciones pop". Siguen los sonidos estridentes, los sintetizadores con sus riffs pegadizos y casi al final de la canción sólo queda un "no entendiste mi estética pero me enseñaste a vivir".
Estos españoles piensan en el mundo pop como un mundo de chicles, luces technicolores, aeronautas espaciales, Peter Pan, donde el kitsch y la ingenuidad explotan por todos los rincones. Y todas las canciones hablan de amor, de un amor platónico -a veces nostálgico- y de salir a bailar y de estar felices por salir a bailar.
La canción que más me gusta se llama Tang de naranja, Colajet de limón. Acá dejo la letra:

Tang de naranja, Colajet de limón

otra vez en la calle azul viendo atardecer
y el tocadiscos sonando aquel disco que me regalaste ayer
que siempre nos gustó tanto
nos queremos divertir
bailando con el hall a hall
no parar de sonreir
y descubrir el amor

todo está listo
esperar más no puedo
no quiero
no puedo parar

esta tarde te invito a mi fiesta
tendremos música, chicles y luces technicolor
te espero sentado en la puerta
de la casa azul
bebiendo Tang de naranja y un Colajet de limón

otra vez en la calle azul viendo atardecer
y el tocadiscos sonando aquella canción de The sweet state
que siempre nos gustó tanto
no quisimos regresar
verano del '86
y hoy volvemos a cantar
y a bailar como ayer

todo está listo
esperar más no puedo
no quiero
no puedo parar

esta tarde te invito a mi fiesta
tendremos música, chicles y luces technicolor
te espero sentado en la puerta
de la casa azul
bebiendo Tang de naranja y un Colajet de limón




jueves, octubre 25, 2007

MASS KULTURA

(apuntes electrónicos para una sub-versión de los medios)


Jane tiene una obsesión

su marido la dejó x otra

ahora ella prepara la venganza

momentos del pasado vuelven a su mente

alguien podrá pararla?


.


nunka supe si era un extraterrestre

o un monje


podrían ser hombreras

d una década berreta


o un suicidio en masa

x un filósofo hermético


.


una historia d pasión

reencuentro

Stephanie

abandonada a los 8 años

decide emprender la búsqueda d sus orígenes

pero algo pasará

y se dará kuenta d q su origen

no está tan lejos d su punto d partida


para emocionarse


la búsqueda d Stephanie


.


escribir

es un colador en la cabeza

dnd d cada agujerito

salen luces d colores


.


X q

la rubia

si tiene miedo

en una noche lluviosa y fría

se mete en la ducha a bañarse?


.


conglomerado

d clichés


x mi casa

pasaron todos


soy la gran prostituta

del barrio literatura


.


komo en Scream

simulemos q yo soy el expresionista asesino

pero mujer

y vos la rubia californiana

pero hombre


.


un asesino a sueldo

es atrapado x la CIA


- Eric du Simone

-estado civil

-soltero


es enviado a Brasil

para limpiar las kalles

d los “enigmáticos niños d las favellas”


pero todo no es lo q parece

una gran conspiración

opera a sus espaldas


su cuerpo tampoco

será lo q aparenta


-ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!


una koproducción

brasilera- norteamericana

ERIC DU SIMONE

.

x la remake

latinos

unios!


(se hace notar el tono irónico de esta serie y las ganas del escritor de poner esto al final para que el tono irónico se haga evidente entonces no sea más ironía, como Piglia que se llena la boca hablando de ironía y termina siendo demasiado serio.... y bastante aburrido).

martes, octubre 23, 2007

Boludo

"Soy una isla fuera de mí

vos no salgas a buscarme

Soy una isla fuera de sí

Un gran incendio de vidrios"

Leo García


Muchas veces me sentí un imbécil pero nunca tanto como esta vez. Viste cuando te das cuenta que diste el paso en falso, que fallaste, te apuraste y fallaste y no hay vuelta atrás y tenes que dejar las cosas como estan o apretarlas más hasta que se destruyan por completo. Eso es lo que me pasó el sábado a la noche.

Imaginemos que te invitan a una fiesta de disfraces. Sabes lo que te gustan esas fiestas. Pensas un disfraz inteligente, estrafalario, potente. Y lo planeas bien porque sabes que va a ir el chico que te gusta. Le pedís ropa a tu mejor amiga y te vestís de rosa, te pones unos pines de Miranda!, uno que tiene un corazoncito que en su interior dice "frágil" y te maquillas como Baltimora en el video Tarzan Boy. Pareces todo una marica. Querías parecerte a una chica alternativa pero tus rasgos marcados (sobre todo esa nariz que te regalo tu abuela) se ponen en tu contra. No importa. Ya son las dos de la mañana, no podes decidir cambiar el disfraz, no podes decidir nada porque en el celular ya tenes un mensaje de texto de una amiga que ya está en la fiesta, que está aburrida y que necesita que llegues rápido.

Llamas un remis. El remis tarda media hora. La noche ya empieza algo chueca pero vos no te das cuenta, todavía no te das cuenta. Estas pensando seriamente en el pin que guardaste en el bolsillo izquierdo de tu campera rosa, en cómo te queda la pollera, en los cigarrillos Virginia Slims que compraste para darle una suerte de unidad a tu disfraz. Y ves que algo falla también en tu disfraz. La pollera tiene una marquita de lavandina y un pequeño tajo. Lo ves ahí pero no te importa. Decidís esperar el remis como si nada sucediese aunque ya te fumaste cuatro cigarrillos.

Suena la bocina. Cerras la puerta de tu casa. Subís al auto. El remisero te mira raro. Tratas de poner la voz más masculina posible y decís "a Urquiza 140", el remisero no entiende, te mira por el espejito y no entiende, "a Urquiza 140, es una fiesta de disfraces". ¡No! ¿Por qué tenes que explicarle las cosas al remisero? ¿Qué le vas a decir ahora? ¿Le vas a contar del chico que te gusta? ¿Le vas a contar del pin que guardaste en el bolsillo izquierdo de la camperita rosa? Sos un boludo, empezas a sentirte un poco boludo con esa ropita rosa, con ese make up.

Le pagas. "Tres con cincuenta" te dice, sacas diez, te da el vuelto y salís expulsado del remis. Entrás a la fiesta y te das cuenta que deviniste de nene intelectual del oeste a puto palermero en menos de dos años. Pero el oeste sigue igual. El centro cultural donde entraste (donde es la fiesta) es un galpón lleno de heterosexuales que escuchan Pink Floyd y la banda sonora de Kusturica. No podes más. Tenes ganas de gritar. Tu cara demuestra lo contrario, el pecho lo mantenes como palomita. Y es que lo único que te moviliza es encontrarte con tu amiga, mostrarle el pin, contarle el plan y que ella te diga lo que le parece. Tu amiga no está. Un conocido te avisa que se fue y que dejo dicho que sos muy malo porque llegas siempre tarde. Le preguntas si estaba enojada. Te responden "algo" y te acordas de Lacan, eso de que todos los chistes tienen algo de real. No importa. Decidís enfrentar la situación como pendejo lindo, cool y copado que sos.

Y lo ves sentado en una silla, disfrazado de viejo depresivo, actuando muy bien su disfraz. Te acercas, lo saludas, te dice que fumó mucho porro y que está bajoneado, le preguntas si tiene, te dice que no y le decís que lo acompañas a comprarse algo para bajonear. La respuesta es negativa. Buscas otro plan para sacarlo de ese lugar inmundo, llevarlo a un lugar más solitario y decirle que te gusta. No hay respuesta en tu cabeza. Es demasiado despliegue mental pensar algo cuando tenes puesta una pollerita rosa y hay miles de heteros que te miran con desprecio. Necesitas una cerveza para bajar un cambio.

Una conocida te abraza por la espalda, te exaltas, te quedas hablando con ella. El se va, seguramente despavorido por tu buena onda. Digamos que nunca tenes tanta buena onda. Sos del tipo de persona "saludoysigomirumbo". O capaz ya se dio cuenta de que estas en un día demasiado hormonal, que necesitas un camión de relajantes o un psiquiátrico donde te metan para no ver más la luz. Lo que importa es que con esa conocida te quedas charlando un buen rato, la invitas a tomar una cerveza y le contas el plan. El sigue deambulando por ahí. Lo miras de vez en cuando. No sabes si te mira, no sabes si puede mirar algo en el estado en el que está. Parece un Teletubbie, el dinosaurio Barney. Lo feo es que no canta "me quieres tú y yo a ti". Maldito mercado, maldita oferta, maldita demanda. No importa. No importa. Porque vos tenes que mantener tu postura de pibe lindo, cool y copado. Porque tenes que demostrar que aunque tu disfraz sea el más marica de la noche tenes un mínimo de guarrez adentro. Entonces empezas a bailar una música de esas que escuchan ahora los que tienen rastas. Esa música que tiene muchas trompetas. Quedas como un imbécil, ante él y ante toda la gente. Tus movimientos epilépticos no le caen bien a nadie. Eso tenes que saberlo. Ya vas viendo cómo la noche se va desplomando de a poquito, cómo vas quedando como un boludo o un sacado ante todos los heteros, ante todas las conocidas, pero sobre todo ante la persona que te gusta.

En ese momento frenas. Miras alrededor. No lo ves por ninguna parte. Vas corriendo hasta el baño. Está ocupado. Sale él, cruzas dos palabras al pasar, parece que te retiene, te habla de algo que no tiene mucha importancia pero respondés todo y te hacés el bueno. Te metés al baño, esperás unos segundos adentro y salís. Cuando volves a la pista, ves a tu ex con su nuevo novio, lo saludas indiferente. Todo tiene que parecer normal, habitual, cotidiano. Y sin embargo sabes que no. Sabes que tu ex va a estar mirándote como una víbora para poder exprimir lo peor tuyo, cualquier error, cualquier cosita que hagas va a ser usada en tu contra. Además sabes que a él le encantaría tener algo con ese chico que te gusta, lo sabes y eso te pone más nervioso, más histérico. En fin, representas cada vez más tu disfraz de travesti alternativo.

No podes más. Tenes que darle el pin. Tenes que terminar con todo eso, con las víboras, los teletubbies, los heteros, todo. Te acercas a tu conocida, pedís otra cerveza, te la tomas en tres tragos y le decís "le voy a dar el pin". Ella te dice "relajate, anda tranquilo, no es un pibe fácil". No te importa nada. Ya estás harto. Queres sacarte el disfraz, tirarte en tu cama, ponerte en posición fetal y llorar como un niño. Queres llorar como un niño pero antes tenes que darle el pin. Para eso pagaste tres con cincuenta, para eso te comiste el disgusto de venirte en remis vestido de mujer con el frío de mierda que hace.

Te acercas de nuevo a él. Te da una buena nueva: "me voy". Tu cabeza no puede más. Reacciona rápido, reacciona rápido. Sacas el pin. Se lo pones en el bolsillo derecho de su camperita canguro. Y le decís, tratando de no demostrar tu histeria, tratando de ser la persona más sensual del mundo: "es un regalito". El efecto es patético. Te mira con cara de nada, como un zombie. Seguramente pusiste cara de enfermo sexual, estas seguro de que pusiste cara de enfermo sexual y te da vergüenza. No importa. Hay que seguir. Ya lo tiene en el bolsillo. Falta que lo vea. Falta que vea que dice un sugerente "te gusto?" y ahí cuando lo vea, te va a dar un beso enorme y todo lo que fue una mierda, todo lo que tuviste que pasar por ese pin de mierda se va a disolver en un segundo, en un beso. Lo toca. Te pregunta: "¿es un pin?". Le respondes "¡No lo veas enfrente mío!" y te vas corriendo para el patio.

Volves. El fue a buscar su bufanda, se la esta poniendo. Te acercas por tercera vez (sin contar la del baño) y lo miras con cara de ¿lo viste?. No te dice nada. No dice nada. Te hartaste. Le decís que lo mire. Te alejas un poco. Se ríe. Se ríe de una manera tonta, parece como si no se riese de vos sino no sé... de la situación. O queres creer eso para no fulminarte contra el piso, para no llegar a un colapso histérico. Se acerca (como Barney), bajás la mirada y cerrás los ojos. Te pregunta: "¿de dónde sacaste esto?". "No importa, ya fue". Lo mirás y ves que se muerde el labio inferior, no entendes. ¿Es que le gusto o simplemente que se contiene la risa? "yo soy de hacer este tipo de cosas...". Ya está. Se reflejó en mi. ¿será bueno eso? ¿suma puntos? Sigo con los ojos cerrados, mirando el piso. De vez en cuando lo miro pero su mirada me intimida. Sigo diciendo en vos baja "No importa, ya fue, no importa". Me pregunta si se lo puede llevar, le digo que es un regalo. Viene su amiga y le dice que se van. Me alejo. Me pongo a bailar muy tranquilo. Miro el piso. Me tiemblan las piernas. Veo de reojo que todavía está atrás mío. Camina de un lado para otro, como un teletubbie. Ahora me da ternura. Tengo ganas de abrazarlo. Tengo ganas de besarlo, de hacer cucharita, de comprale chocolates y cantarle canciones al oído. Desaparece.

Se fue. Soy un boludo.

lunes, octubre 22, 2007

Desconexión y encuentro con el nivel profundo

Seis horas de nocturnidad profunda. Nada. Un crisantemo. Petunias. Palabras al azar como para tapar un poco el agujero. Desconectar los cables de la Matrix no tiene precio. Calambres estelares. Personas suspirando y... conexión. Nuevamente. Brillantina. Petunias. Obsequiar palabras platónicas a animalitos del devenir. El amor es pura brillantina apelmasada. Un collage de niños de cinco años. Confites, palitos, chizitos. Onomástica del pene. ¿Decir quiero pija es muy poco literario? ¿Qué es lo literario?¿Cuál es el limite? No, con eso no. Eso es para Danielito.
No pensar, escribir. Sin rumbo. Verborragía falogocitante. Un jardín de penes violetas, semen ultramarino, Lucy en el cielo con diamantes, hombres de plastilina. Un concierto de clarinetes. Un conjunto de flautistas a punto de empalarme. Empalagamiento profundo de colores puros, robos desafortunados, creaciones media lelas. ¿A quién le importa que los dedos vayan a parar al esfinter o al teclado? ¿A quién? Bajar mucho porno, para variar. Mucho mucho y películas de Pasolini, que son pornos pero no. Anime yaoi. Evangelion. Dragon Ball Z. ¿A quién engañar? ¿al engaño? y así seguimos, y cuando se quiere terminar empieza de vuelta. Lo que busco esta ahí, es ese espacio que está ahí pero al que no se puede cruzar. Y cuando se está al borde... volver a conectar. Petunias. Palitos, chizitos. Brillantina. Crisantemos. Un jardín desvencijado de penes. Suspiros como al pasar. Murmullos y una risa algo cínica, algo romántica.

domingo, octubre 21, 2007

Noche sistémico-ahumada

Luz super ultra invade

lacrimosos crueles plasmas

de cerebros en lenguaje simple

si

no

soluciones conectivas

y sabor a miel en el cuello

vampiro lácteo

sujetado en sistemas idóneos

maniatado en elucubraciones de

Teoremas de Grogui

esferas y límites

quinta esencia del flan

derrite tortas de Chocolinas

gomitas Mogul

jueves, octubre 18, 2007

Inserte aquí un título

inserte aquí una poema

Esto no es una poema

Hola! Cómo andas? Bien?

Te cuento un secreto: lo que está inscripto acá no soy yo, son palabras en una hoja.

Si si.... y ahora siguen avanzando y tu lectura también en el tiempo

porque

son tus ojos los que se mueven en el espacio,

son tus ojos los que van creando la lectura.

En

ten

des?

Ves como tus ojos se deslizan, las palabras van apareciendo y así conjuntamente las palabras en tu cabeza, es

como algo de

no

acabar

las palabras

el seguir del tiempo

el temporalizarse en espacio

el

es

pa

ciar

se

en el tiempo

ahora lo ves?

¿Cuántos pisos podes llegar a soportar?

¿a dónde fuiste?

¿estás algo excitado?

me parece a mí

disculpa inconsciente

exuberante saber

tu culpa mocha

de pinceladas profundas

no entiendo entender

intente nombrar

y caiga

abismalmente por el tejado

estoy perdiendo el control de lo que escribo

algo zumbante

apareció el pene

la salchichita en la entrepierna

habrá que buscar la montaña más adecuada

y sentarse allí hasta explotar de semen

pasta dentrífica de mis mañanas

y de las tardes

¿por qué no de las noches

cuando, sin ganas,

ponemos el agua

a hervir para los fideos?

(Pausa.

El escritor/ autor/ poeta -que no está muerto, pero que no es siendo estas palabras- se rasca con la mano izquierda la cabeza, levanta la vista y se queda pensando en algo, ¿qué pensó? No se acuerda... son esos instantes. Habría que hacer algo con esos momentos, pero él -¿yo?- casi ni se acuerda de lo que pensó, tenía que ver con el semen, me parece... y me parece que yo soy tan ficcional como él... ufffffffff... ya son demasiadas cajas chinas... lo dejo acá

Una canción como excusa

en esta mañana tan linda
bañada de sol
un mantel verde
unos dedos largos y flacos
la frescura de mi cuerpo
y bajito
una canción como excusa
unos besos
atraviesan la suavidad de tu pelo
los alientos se enroscan
un dulce de frambuesa
almíbar mis ojos
agua los tuyos
claridad caramelo
una nadería
otra
un puente tendido
hecho de frutas y golosinas
para que caminemos con petunias en nuestros ombligos
libandonos
como las abejas liban de flor en flor
así exprimir cada milímetro de jugo frutal
pegotearnos en el dulzor de nuestros chupetines
para que desayunemos juntos
en otra mañana tan linda
bañada de sol
un mantel verde
unos dedos largos y flacos...

miércoles, octubre 17, 2007

Pelota crea artefacto inútil

Quiero ser un chico rugbier


Odio a los rugbiers, me los cogería a todos....

domingo, septiembre 02, 2007

Ojos

En fuga


Empecé dibujando un hombre. De a poco, como si el dibujo mismo me hubiese planteado una rebelión, se fue convirtiendo en mujer. Quedo esto: una especie de Principito travesti...

Niña kitsch



Me vuelco a lo lúdico y encuentro en un programita casi de tacho de basura un medio efectivo para expresarme. Este es el primer dibujo que hice con el Paint. Lo hice en menos de tres minutos. La idea es esa: dibujar rápido, no fijarme, no plantear algo, que los colores y las formas que empiezo tirando al azar vayan formando una figura o no, que salga lo que sea.
De este dibujo me gusta ese contorno rápido, impreciso que le da un aspecto sombrío a esa imagen tan tierna. Hace poco le dije a un amigo: "Alejandra Pizarnik es una niña casi perversa". Creo que hay algo de eso en este dibujo.

miércoles, febrero 28, 2007

No podes con vos mismo
Perón de miniserie
queres la casa, los malbones y los prestigios
una vida de amigos, culos y verdades
sobre todo verdades
inmundas verdades
dichas en voz alta y masculina
el mundo es tuyo
Lenin de mala muerte
Hitler con cuentaganados
capitalista rojo
esta nena nunca sera tuya
quedate tranquilo
nadie te va a violar
el mundo es tuyo
menos el mio

jueves, enero 04, 2007

Mar del Plata on fire

Marta se abanica con el crucigrama. Jorge le pasa un mate a la gorda que lo chupa con una intensidad descomunal, lo revuelve como si fuese una cacerola y se lo devuelve a Jorge. Jorge mira el mate con cara de asco. La superpoblación de sombrillas hace imposible una mirada virgen del mar y de los hijos de Jorge y Marta, que seguramente andan robando churros entre las sombrillas vecinas o metiéndose en el mar, mientras nadan entre pañales y pedazos de barbitúricos utilizados por los jóvenes la noche anterior para inyectarse. Porque a la noche, los pibes después de chuparse unas cuantas birras, se meten en la playa todos drogados (y cuando digo todos, es todos, desde la puntita de los dedos de los pies hasta el último pelo de la cabeza) y dejan toda esa mierda en la Bristol. Cuando amanece son los tipos que juntan la basura los que tienen que arrastrarlos hasta la rambla. Con eso pierden toda la mañana, de las seis a las ocho, porque a las ocho ya vienen los guardavidas y las señoras mayores que empiezan a aparecer con las sombrillas, la canasta con el mate, las galletitas de arroz, los sobrecitos de mermelada que se roban del hotel y un taper con lo que sobró de la comida de ayer en ese restoran tan paquete. Son ellas las que divisan a los jovencitos tirados en la rambla, todos drogados. Los pendejos esos se besan entre ellos, hombres con mujeres, mujeres con mujeres, hombres con hombres, les da lo mismo dice el churrero mientras le vende media docena de bola de fraile a una pareja de ancianitos que le contaban que habían visto a dos pibes teniendo relaciones en la escollera. El Ricardo estaba escuchando al Baby y estaba meta sacar pescados cuando nos dimos cuenta que a tres piedras de nosotros una chica estaba dale que dale con un flaquito, nos reímos, mira el pibito, con la cara de boludo que tenía. El churrero agarró los $2,50 de la vieja, le hizo una sonrisa complaciente y siguió su camino. La gitana lo choca, lo mira fijo y le dice ia va a ver vó, una maldició va a caé sobre vó, no esperé ni un día eh y sale puteando en un idioma que ni su madre entiende. El churrero también la putea porque la tradición nacional lo amerita. Vieja de mierda, hablame en castellano si te la bancas, forra. La concheta que se estaba poniendo Hawaian Tropic en las piernas mira al churrero con cara de culo y le dice al novio, un negro pijón que no tiene donde caerse muerto, que le pase la pantalla solar por la espalda. Julito, no vengamos más a esta playa, yo te dije que iba a ser una negrada. Julio termina de pasarle el bronceador por la espalda, le da un beso en la boca y mira el orto de una veterana. La veterana se da cuenta, porque toda vieja medio turra va a la playa con bikini para levantarse pendejos o viejos que están más para el arpa que para la guitarra. ¿La viste Pili? ¡cómo se mantiene la vieja!. ¿Qué vieja? Pregunta Pili y pasa de hoja la Viva. No, dejá, dejá. Y el negro pijón sale corriendo hacia el mar para enfriarse un poco con la costa atlántica. En eso ve una figura chiquita que corta el horizonte pero no le da bola porque tiene otras prioridades como encontrar a la veterana y hecharse un meo. Cuando está en la parte más placentera del meo, en ese momento donde se siente que el líquido calentito se junta con el agua helada del mar, algo le golpea en las piernas. Un pibito de unos ocho o nueve años. Bien boludo te tragaste toda mi meada. El pibe sale corriendo de vuelta contra las olas y de nuevo se choca contra otra persona o con otros pibes. Los pendejos conforman una bola de niños casi ahogados y frenéticos que una y otra vez vuelven a hacer lo mismo sin importarles los meos, los pañales, las jeringas, los papeles de alfajor ni nada. Los pibes de la playa son una secta maquiavélica de niños histéricos que corren entre las sombrillas, golpean a los ancianos, llenan de arena a las cincuentonas que quieren broncearse para disimular las estrías, pegándoles la arena en el factor 40 que las señoras utilizan para que no se le hagan manchas en la piel. Son los pibitos los que se pierden y es el boludo del guardavidas el que tiene que subirlos a los hombros y hacer aplaudir a dos o tres nabos que siempre los hay para que el pendejo de mierda deje de llorar porque estuvo una hora dando vueltas entre las sombrillas en un estado de éxtasis sobrehumano. Pero los momentos importantes del guardavidas, cuando él tiene que mostrarse como el cuidador y regulador de esa democracia veraniega, es en el momento del salvataje. El guardavidas está parado en su garita y de ahí maneja la playa: los chicos que se pierden, los ahogados, flaco dónde hay un baño, sabes dónde puedo sacar para el agua caliente. El guardavidas todo lo sabe y todo lo ve y, como un buen presidente, reconoce que el despotismo sería inútil y contraproducente para su gestión. Pensando en estas cosas estaba Rodrigo, quizá por el aburrimiento de estar desde las ocho sentado en esa silla, quizá porque el calor ya le estaba quemando las dos neuronas que le quedaban después de haberse metido tantas anfetas en su época de gimnasio, cuando ve que en el horizonte había unos cinco o seis puntitos. Llama a un pibe, lo hace subir y le pregunta si él estaba flasheando o qué. El pibe le dice que no, que había unos cuantos puntitos en el horizonte. Deben ser de la marina, no te hagas drama y lo baja porque el pibe ya se ponía insoportable.