viernes, agosto 11, 2006

Umbral

Dirigir un misil a tu cuerpo, despedazarte. Escribir en fragmentos, contradecirme y volver a empezar. No pido mucho para este espacio. Deseo que puedas dibujar un cuadro de Goya en mi cara: pinceladas grotescas, colores rojos, azules, negros, blancos, la violencia de la forma sin retocar. No te quiero a vos, lector, como un interpretador de sílabas, de metáforas. Quiero a tu cuerpo, quiero desdibujar tu cara y que sólo quede una mueca atroz frente al mundo. Voy a ser gentil cuando me plazca y no lo voy a ser la mayoría de las veces. Yo voy a ser la estrella, pero una estrella en decadencia: un travesti que canta Edith Piaf en un café-concert de calle Corrientes. Vos vas a ser mi bailarín, mi bailarín preferido. En escena te voy a golpear, te voy a correr a un costado pero en la cama te voy a tener que rogar para acostarme con vos. Voy a dar mi cuerpo por vos, voy a diluirlo, a quebrantarlo por una mínima aceptación tuya. Casi soy nadie: El make up es barato, el cd de Edith Piaf está rayado y solo funcionan cuatro luces de las diez que rodean el espejo del camarín. Esto es glamour de bajo costo.
El sueño del misil dirigido a tu cuerpo desde mi cuerpo, que ya no lo es porque está desbastado, sigue en pie como una utopía. Hace años que mi cuerpo está dominado por el arte. La estética es mi aliada y mi enemiga más cruel (vampiresa succionadora de sangre, bufón inestable, sistema que no para de autodeconstruirse). El misil se aproxima. Cuando tu cuerpo lo sienta (que no es lo mismo que tu mente), yo voy a estar corriendo para tratar de recomponer el maquillaje, la escena, la coreografía, la canción. Cuando tu cuerpo vea el filo inexistente de un cuchillo sin mango, yo seré feliz. O no. Seguramente voy a pedir más y vos vas a pedir más de mi. Quiero ser ese extraño que te toque por debajo de las sábanas, deseo ser tu prostituta preferida.
Nuestra relación será conflictiva, no necesito decírtelo para que lo sea. El conflicto se producirá porque vos tratarás de comprenderme y yo de diluir toda comunicación posible a través de las palabras. Quizás sea la única vez que hablemos frente a frente, “claramente” (si es posible hablar claro). Y seguramente a vos te gustaría que yo te diga las cosas como son pero ¿cómo son las cosas?. Al misil lo vas a sentir en ese momento en que las cosas ni siquiera tienen un cómo. Quizás sea el verdadero momento, la primera trompeta de una muerte que se aproxima, la última: la muerte de la estética. Quizás sea un camino al vacío, una muerte material, mi muerte. No puedo predecir el sentido de estas palabras, como no puedo predecir nada de lo que pueda llegar a pasar en este mundo. Decir antes de decir es una gran mala palabra, creo que la única en mi vocabulario. Planificar es casi predecir. El pasado también se me aleja, no puedo creer que el mar de quince años sea el mismo mar que ahora escribe estas cosas. Ni siquiera mis células son las mismas ¿cómo podría decir que sigo siendo el mismo?
Lo único que tengo es mi cuerpo aquí y ahora (premisa teatral). Este es el escenario. Aquí estoy yo, con el make up, esperando que alguien, el que quiera, lea. Que el que quiera deje penetrar el misil en su pecho, que deje penetrar esquirlas en su cerebro, en sus ojos, en sus oídos, pero nunca en sus manos y en sus piernas. Que las extremidades queden intactas. Sólo eso. Que el sexo se pervierta, que los sentidos se perturben. Pero que las manos puedan seguir trabajando tranquilamente, que los pies puedan seguir experimentando el placer de una solitaria caminata por las calles.
Después de escribir esto, yo ya no soy el mismo. Te invito a transformarte, a travestirte, a deformarte, a sublimarte. El paseo es difícil: vivir al borde del significado es tarea de trapecista. Nunca tendrás de mi ninguna seguridad, pero eso es lo que me hace seguir viviendo y creo que esa es la idea más clara que tengo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Voy a ser gentil cuando me plazca y no lo voy a ser la mayoría de las veces."

"Y seguramente a vos te gustaría que yo te diga las cosas como son pero ¿cómo son las cosas?."

"Planificar es casi predecir."

"El paseo es difícil: vivir al borde del significado es tarea de trapecista."

Es muy vos... es algo de filosofía francesa mezclado con "quiero ser una chica almodovar", de Sabina...

te vi ahí, al borde...

Cuidate,

La princesa rusa (bueno, hoy me tocó ser ella un poco)

pd: pasate por mi LJ (q te llevará irremediablemente al de Ri :P)